“…El control eficaz y activo del dolor postoperatorio se ha convertido en una parte esencial de los cuidados perioperatorios y una prioridad médico quirúrgica, ya que existe una fuerte evidencia [46][47][48] de que su adecuado control, junto a otros factores como la movilización y la nutrición precoces, no sólo aumentan el confort y la satisfacción de los pacientes, sino que además contribuyen a disminuir la morbi-mortalidad postoperatoria, estando su escaso control directamente relacionado con un aumento en la incidencia de trombosis venosa profunda, tromboembolismo pulmonar, infarto agudo de miocardio, neumonía, mala cicatrización de las heridas, insomnio y malestar del paciente [49][50][51] .…”