“…Por medio de la noción de subjetivación, se analizan los cambios en la postura política experimentados durante la migración, no solo desde la óptica del voto y la ciudadanía, o de las restricciones técnicas de las instituciones del Estado, sino desde una serie de interaccionesrelaciones en las que se forman las posiciones políticas, así como los imaginarios, anhelos y deseos inherentes a este dominio (Krause y Schramm, 2011). Sin embargo, no se acepta que la subjetivación sea siempre sinónimo de emancipación y que, por lo tanto, se refiera exclusivamente a la manera en que una persona o un grupo de actores estén en condiciones de reclamar, tener voz y ser reconocibles por las autoridades (Tarragoni, 2016). Se propone, en cambio, incluir en este proceso la producción de individuos apáticos o indiferentes, así el sujeto político aparece como potencia, posibilidad, poder constituyente, resistencia, voluntad de acción y solidaridad; pero también como debilidad, egoísmo, poder instituido y función social (Martínez y Cubides, 2012), superando así la oposición entre sujeto y antisujeto propuesta por Wieviorka.…”