“…En primer lugar, considerando cómo influyen en su mediación las concepciones de las maestras, se refuerza la idea de que el docente mediador actúa de modelo literario (Altamirano, 2018) y la idea tradicionalmente extendida de que el adulto es un ejemplo de conducta literaria: el niño lee porque ve a un adulto que lee y disfruta. Así, se hace preciso seguir ahondando en la educación literaria de los futuros maestros para ejercer de mediadores de las nuevas generaciones (Contreras y Prats, 2015;Parrado et al, 2022) pues se fortalece el compromiso de que para conseguir primeros lectores competentes ha de existir un mediador con un intertexto lector amplio y convencido de las bondades de la lectura para los primeros años.…”