“…Para Sandoval (2016), situar las violencias y la paz en América Latina supone plantearse otros conflictos, otras necesidades otros contextos y otras formas de ver, entender y vivir las violencias, las paces, y las diversidades; situaciones muy distintas de las planteadas en el contexto europeo y norteamericano que, si bien pueden ser analizados desde las concepciones liberales de paz -paz positiva, paz negativa, paz neutra-, necesitan de perspectivas más amplias desde el propio pensamiento y praxis latinoamericanas, a lo que él llama paz integral: Las propuestas de una paz y unas relaciones sociales y nacionales descolonizadas, sin dominio y explotación social ni natural, plantean una paz integral porque no tiene que ser una paz solamente reducida a ciertos aspectos y ámbitos de la vida, sino que tiene que ser completa, de un todo y en todos los aspectos, pues de lo contrario hablaremos y tendremos una paz frágil, vulnerable, negativa. Esta paz integral está condicionada a que haya justicia, libertad, respeto a los derechos humanos, a los derechos colectivos de los pueblos indígenas, a la autonomía, interculturalidad, y democracias reales (Sandoval, 2016, p. 49).…”