“…Particularmente en la última década, la perspectiva de alfabetización científica en el contexto cts viene adecuándose a lo que se conoce como cultura científica (en la que las ciencias se conciben como dimensión cultural, formando parte de una ecología de saberes, dispuesta al diálogo, por ejemplo con el conocimiento ancestral de los pueblos originarios, en pro de solucionar problemas de alta complejidad del campo ambiental) que vinculan formación científica con la formación humanista para la toma de posición frente a cuestiones socialmente vivas (Simonneaux y Simonneaux, 2012), mediante controversias sociocientíficas que invitan a tomar decisiones en un marco de dilemas morales y que tiene que ver con salud, deporte, riesgos bilógicos, combustibles fósiles y calentamiento global, agua e industrialización, movilidad, transporte y territorio, seguridad alimentaria, consumo y producción, transgénicos, clonación, armas nucleares, genoma humano, nanotecnología, células embrionarias, la pobreza, entre otros (Gordillo, 2006;Martínez y Parga, 2013;.…”