El estrés social agudo induce un incremento de la actividad simpática, mientras que la relajación promueve actividad parasimpática. Sin embargo, algunas personas no logran regular su balance autonómico (estrés- relajación), por lo que se propuso evaluar el efecto de una intervención psicofisiológica de sesión única. Participaron estudiantes de Psicología (n= 15) quienes completaron una evaluación psicométrica de medidas de distrés (ansiedad, depresión, estrés postraumático, alexitimia y percepción subjetiva de estrés). Posteriormente se aplicó el Trier Social Stress Test (TSST-Cog), un protocolo conductual para inducir estrés social agudo, seguido de una estrategia de relajación por imaginería guiada (IG). Mediante un diseño de medidas repetidas se registró su temperatura nasal y se comparó la diferencia térmica entre estrés y relajación. Posteriormente, los estudiantes que reportaron un nivel de distrés en las medidas psicométricas se aleatorizaron en dos subgrupos para aplicar un procedimiento de condicionamiento térmico en manos – relajación y un grupo control. Los resultados revelaron una asociación (p< 0.05) entre la temperatura nasal y las medidas de distrés; un decremento de la temperatura nasal post-TSST-Cog (acompañado de un aumento de percepción de estrés) y un incremento térmico (asociado a una disminución de estrés) post-IG existiendo una diferencia estadística entre ambos procedimientos (p< 0.01). Para los participantes con distrés, el procedimiento de condicionamiento térmico logró revertir el descenso de temperatura (p= 0.05), mientras que los estudiantes sin el procedimiento no hubo cambios post-IG (p= 0.15). Se concluye que el uso del protocolo TSST-Relajación puede ser utilizado como un procedimiento diagnóstico del funcionamiento emocional, así como la promoción del condicionamiento térmico en quienes no se beneficien de los procedimientos de relajación tradicionales.