Los pagos por servicios ambientales (PSA) fueron diseñados como instrumentos de mercado que proporcionan un incentivo económico a propietarios de terrenos forestales para asegurar condicionalmente la provisión de servicios ecosistémicos. Diversas investigaciones han demostrado que no existe un consenso sobre sus efectos socioambientales. Además, poco se sabe acerca de los factores que influyen en la magnitud y la direccionalidad (positivo/negativo) de sus resultados. El bricolaje institucional es un enfoque que ayuda a comprender los resultados de políticas públicas ambientales, incluyendo el PSA. El bricolaje ocurre cuando los actores involucrados mezclan regulaciones propias, tradiciones, normas y relaciones de poder que dan origen a nuevos diseños institucionales. A través de técnicas etnográficas se retoma el concepto de bricolaje institucional para analizar el desempeño del programa federal de PSA en el ejido Tierra y Libertad, Jiquipilas, en el estado de Chiapas. La investigación de campo reveló que las regulaciones del PSA fueron moldeadas a escala local por los bricoleurs (actores locales) que hicieron uso de sus atributos, agencia y relaciones de poder para adaptar, reinterpretar o rechazar las regulaciones del programa; este cambio institucional condujo a resultados socioambientales no previstos. Por lo tanto, se sugiere considerar las realidades locales de territorios donde se introducen los esquemas de PSA, debido a que en algunos contextos socioecológicos las regulaciones carecen de integración y aceptación en las normas y prácticas productivas.