Las biocostras son comunidades de organismos autótrofos y heterótrofos que viven en la superficie del 12% de los suelos de la Tierra, donde actúan como ingenieras del ecosistema. Son muy sensibles al cambio climático y a las alteraciones ocasionadas por diferentes actividades antrópicas. En este trabajo, revisamos los impactos de ambos tipos de perturbaciones, que afectan negativamente a los ciclos biogeoquímicos, al balance de agua y al de energía, aceleran los procesos erosivos y la emisión de polvo y reducen la biodiversidad disminuyendo la capacidad de los ecosistemas para proveer servicios. Exploramos la capacidad de estas comunidades para recuperarse naturalmente, que, en general, requiere mucho tiempo el establecimiento de las comunidades de etapas sucesionales más tardías. Por ello, han surgido nuevas biotecnologías para acelerar su restauración, basadas en la inoculación de organismos formadores de biocostra. Se revisan los principales resultados de dos grupos de estrategias atendiendo al origen de los propágulos de biocostras: a) la translocación de fragmentos de biocostras de un área donante en favor de una degradada. Se recomienda para alteraciones planificadas en las que se use la biocostra existente antes de la alteración; b) cultivo a gran escala de organismos formadores de biocostra (cianobacterias, líquenes, musgos o la comunidad completa) en laboratorio o vivero para ser inoculados, posteriormente, en áreas degradadas. Finalmente, se identifican los retos futuros para maximizar el éxito de la restauración y conservación de las biocostras.