Antecedentes: En la península de Yucatán, algunas zonas del manglar han sido rellenadas con escombros y basura, donde posteriormente se establecieron zonas habitacionales.
Preguntas: ¿Puede usarse el conocimiento de la estructura forestal y el almacén de carbono para establecer la línea base para la conservación de los manglares urbanos?
Especies de estudio: Rhizophora mangle L., Laguncularia racemosa Gaertn f., Avicennia germinans L. y Conocarpus erectus L.
Sitio y años de estudio: Isla del Carmen, Campeche, año 2017.
Métodos: Se establecieron unidades de muestreo para evaluar la vegetación y medir el carbono aéreo y subterráneo en dos zonas de manglar, la primera fue rellenada con escombros y otra sin cambios del suelo.
Resultados: La zona rellenada con escombros presentó un área basal de 25.4 m2 ha-1, donde A. germinans fue la especie dominante con 675 árboles ha-1, con promedios de 5.5 m en altura y 13.4 cm de diámetro. La otra zona sin cambios del suelo presentó un área basal de 27.8 m2 ha-1, siendo también A. germinans la especie más abundante con 731 árboles ha-1, pero su altura fue más baja (5.0 m) y su diámetro a la altura del pecho mayor (15.2 cm) que en la otra zona. El carbono total almacenado en la segunda zona (383 Mg C ha-1) fue mayor que en la primera (321 Mg C ha-1).
Conclusiones: El valor ecológico de la vegetación y la captura de carbono contribuye en el fortalecimiento de medidas de conservación y protección del manglar ante las invasiones urbanas.