Los ancianos requieren con frecuencia admisión hospitalaria, durante la cual se generan riesgos para desarrollar eventos adversos, que en ocasiones no se relacionan con las características del anciano ni la enfermedad aguda, sino con tratamientos médicos, el ambiente y las rutinas de cuidado hospitalario. Los ancianos con enfermedad aguda son un grupo heterogéneo y vulnerable debido a múltiples compromisos en las esferas biopsicosociales como disminución de la reserva funcional, comorbilidad, polifarmacia, alteraciones cognoscitivas, compromiso funcional y alteraciones en las esferas social y familiar. Estas características ubican al anciano en riesgo para desarrollar durante la hospitalización declinación funcional, por lo cual se debe realizar identificación oportuna de los factores de riesgo con el objetivo de prevenir y manejar esta condición mediante un equipo interdisciplinario.La implementación de modelos de atención que prevengan y mejoren el compromiso funcional deber ser una prioridad para las instituciones y personal de salud que atienden ancianos. Estos modelos incluyen revisión del manejo farmacológico, rehabilitación interdisciplinaria temprana, programas de ejercicio y diseño del egreso geriátrico planeado.