“…Desarrollar estrategias híbridas o un aprendizaje semipresencial (Chehaibar, 2020;Hinojo y Fernández, 2012;Vásquez et al, 2017), que permitan el tránsito entre la presencialidad y la virtualidad, ha representado uno de esos escenarios posibles que ha permitido además la innovación, la mejora de las estrategias educativas y de las competencias tecnológicas (Gómez et al, 2019;Prieto et al, 2021). Los resultados de nuestro estudio animan y alientan a profesorado y gestores para saber que, si se desarrollan estrategias que reflejen las diversas dimensiones de la eficacia docente en sus planificaciones, promoviendo un trabajo más autónomo y menos dependiente del profesorado, se pueden optimizar incluso los resultados alcanzados en los escenarios tradicionales, como ya han corroborado estudios como el desarrollado por Pozo-Sánchez et al (2021). También cabe destacar que la atención personalizada que se puede llevar a cabo en estos entornos, y con la que puede existir una retroalimentación más directa del trabajo realizado, resultan favorecedores del compromiso emocional e, incluso, conductual del que hemos venido hablando en el trabajo, favoreciendo estrategias de aprendizaje de nivel más profundo (González-Marcos et al, 2021).…”