“…En un estudio realizado por Oeztuerk et al (2005) se estimuló el crecimiento de la microbiota ruminal al incluir SB como cepas vivas y esterilizadas mediante autoclave, atribuyendo estos efectos benéficos de crecimiento microbiano a que los nutrientes contenidos, tanto en las células como en el medio donde fueron cultivadas las levaduras, tienen efectos similares como probióticos y prebióticos. Otro mecanismo positivo de las levaduras es el relacionado con la modulación de cambios bruscos del pH ruminal, es decir, los cultivos de levaduras ayudan a disminuir los cambios drásticos de pH, lo que contribuye a un ambiente ruminal más estable para el crecimiento microbiano (Liu et al, 2021). Los cultivos de levaduras incluyen las paredes celulares de las mismas (β-glucanos y mananooligosacáridos), solubles celulares, vitaminas, proteínas, péptidos, aminoácidos, nucleótidos, lípidos, ácidos orgánicos, esteres y alcoholes, vitaminas del complejo B, polifenoles y anti-oxidantes (Shurson, 2018).…”