“…Los compuestos ambientales con actividad estrogénica (xenoestrógenos y fitoestrógenos) administrados durante este periodo crítico de diferenciación, tienen el potencial de afectar irreversiblemente el desarrollo del sistema endocrino-reproductivo, lo cual resulta en una disfunción reproductiva en los adultos (Masutomi et al, 2003). Se han caracterizado los efectos de estos compuestos ambientales (como algunos Fes, tales como la genisteína, coumestrol y resveratrol) en roedores, administrados durante el periodo crítico de diferenciación sexual del cerebro, resultando en una alteración en el volumen del núcleo sexual dimórfico del área preóptica (NSD-APO), en la respuesta de la hipófisis a la hormona liberadora de las gonadotropinas (GnRH), así como alteraciones en la conducta sexual (Lephart et al, 2002;Masutomi et al, 2003;Barrita, 2005;Henry y Witt, 2006;Morales-Otal et al, 2016). Estos datos aportan evidencia de que la exposición de las crías a los Fes, durante este periodo crítico, puede alterar el desarrollo neuroendocrino en la rata macho y la conducta sexual en la etapa adulta.…”