“…Tras numerosos trabajos en relación con la compactación edáfica, parece haber quedado claro que tanto maquinaria como ganado pueden compactar los suelos forestales durante los aprovechamientos y que la intensidad, profundidad y superficie afectadas dependen tanto de las características de la estación (textura, estructura, [materia orgánica], [humedad], topografía, clima…) como de las del propio aprovechamiento (frecuencia, duración, dimensiones de la carga…) (Cambi et al, 2015;Greacen y Sands, 1980;Jones, 2000) Ahora bien, la mayor parte de la literatura se ha centrado en comprobar y cuantificar la compactación sobre las zonas de tránsito, generalmente de maquinaria, y eso dentro de masas en las que la compactación era más susceptible de generar problemas (aprovechamientos intensivos en climas húmedos y fríos) (Blouin et al, 2005;Brais y Camiré, 1998;Claverie et al, 2000;Goutal et al, 2013;Jakobsen y Greacen, 1985;Miller et al, 1996). Así mismo, en lo referente a la vegetación tan sólo se ha comprobado de forma inequívoca el impacto de la compactación sobre la velocidad de crecimiento radical de plántulas jóvenes (Bengough et al, 2006;Chapman et al, 2012), mientras que los estudios sobre crecimiento de la parte aérea, particularmente en masas adultas, son mucho más escasos y poco concluyentes (Ampoorter et al, 2011), especialmente a largo plazo y a nivel de monte (Grigal, 2000;Kirby, 2007).…”