Los críticos de la publicidad la consideran como uno de los principales villanos de la sociedad contemporánea. A esta “villana”, calificada como una gran “promotora” e impulsora del consumo capitalista, se le atribuye la mayoría de los males derivados del consumo desenfrenado. Se señala a los niños como una audiencia vulnerable al llamado publicitario por carecer de un sentido crítico y ser fácilmente persuadidos. Sus defensores, a su lado, argumentan que la publicidad infantil es una realidad de una sociedad de la que forma parte y prohibirla sería eliminar la autoridad de los padres sobre lo que es mejor para sus hijos. En este sentido, el objetivo de esta investigación fue evaluar, a través del análisis de contenido (Bardin, 2011), la autorregulación publicitaria dirigida a niños de países sudamericanos que tienen un código de autorregulación publicitaria (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú y Uruguay). Observamos que, según el contexto sudamericano y los códigos deontológicos analizados, Brasil se encuentra en una etapa más avanzada en la estandarización de la publicidad infantil sobre los demás. Argentina, Chile y Colombia están en un nivel intermedio, Perú en un nivel preintermedio y Uruguay en un nivel básico.