“…Los trabajos de investigación presentados, resaltan la necesidad de que los planes de estudio establezcan la postura teórica a partir de la cual definen la competencia investigativa (Velázquez y Mena, 2020); ubiquen en los mapas curriculares las asignaturas relacionadas con la investigación en semestres avanzados para que los estudiantes de derecho dispongan de los conocimientos teórico-epistemológicos que se requieren para identificar e investigar problemas de investigación, pero a la vez promuevan de manera transversal y horizontal esta competencia (Valero et al, 2020), el currículum favorezca espacios de aprendizaje colaborativos y participativos, asumiendo que la función de los docentes no se restringe a la instrucción, sino que es posible emplear las TIC para guiar a los estudiantes en procesos de investigación de naturaleza sociojurídica que impacten en problemáticas reales (Palacios y Córdoba, 2020), y que el desarrollo de la competencia investigativa se da por niveles (Figueroa, 2020), por lo cual, las Escuelas y Facultades de Derecho deberán reflexionar sobre las asignaturas que conforman sus mapas curriculares, sus objetivos y el semestre o año en el que las ubican.…”