El racismo sistemático y estructural, durante la última parte del siglo XXI, han dado pie a que se revalúen, en la publicidad y en cualquier espacio social, las representaciones erróneas de los grupos étnicos minoritarios en el Perú. Además, el sentimiento de indignación colectivo al auto-asumirse como miembros de una sociedad racista, ha generado que las marcas, independientemente de la trayectoria con la que cuentan, opten por aplicar estrategias como el rebranding ya que les permite replantear su identidad y ubicarlas de forma diferente dentro del contexto comercial en donde se desarrollan. Incluso, en la actualidad, priorizan su lado más humano y buscan establecer fuertes vínculos con sus consumidores que les permitan generar alianzas a futuro y que vayan más allá de la monetización. Por tal motivo, en el trabajo se realizó un estudio fenomenológico que permitió entender la aplicación del rebranding en la marca Negrita, ahora Umsha, y analizarlo desde el punto de vista de padres y madres de activistas afroperuanos. De ese modo, se pudo concluir, según los informantes, que el rebranding que se aplicó en el caso de Negrita –ahora Umsha–, replantear todos los elementos de su antigua imagen, atendiendo la necesidad de cambio en la forma en la que eran representados afroperuanos resultó siendo constructivo a pesar de los activos de marca que la empresa dejaría de lado.