<span style="font-family: 'Times New Roman','serif'; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA;">Durante más de una década España vivió un auge económico basado en el sector de la construcción, que conllevó la llegada de inmigrantes procedentes de diferentes lugares del mundo. Unos en busca de oportunidades laborales, otros invirtiendo sus ahorros en la compra viviendas. Fueron años en los que la inmigración era valorada por los efectos beneficiosos para la economía. Tras el estallido de la burbuja inmobiliaria y la crisis económica las circunstancias cambiaron. El desempleo se incrementó bruscamente y muchos inmigrantes retornaron a sus países de origen. Aquellos que decidieron quedarse vieron como empeoraban sus condiciones de vida y laborales, y cómo los autóctonos los perciben ahora como competidores manifestando actitudes xenófobas hacia ellos. En este artículo nos basamos en un estudio etnográfico en una de las zonas más afectadas por la crisis en España, la Vega Baja del Segura, para indagar en estos aspectos.</span>