A pesar del interés y del reconocimiento indudable que ha suscitado desde siempre la figura de Bernardo Tasso entre los estudiosos de la lírica española de los siglos xvi y xvii, en especial por haber sido el inventor de la llamada «lira», una de las formas estróficas con las que Tasso adaptó métricamente en su segundo libro de los Amori el ritmo de la oda horaciana-estrofa que, como es sabido, desde Garcilaso, que la introdujo al castellano, tuvo enorme fortuna entre los poetas españoles (baste recordar aquí a San Juan y a Fray Luis de León, que la utiliza de forma recurrente)-, lo cierto es que hoy por hoy el poeta de Bérgamo, «soggetto, & ligio de la eccelsa Republica di Venetia», como él mismo se define (Tasso 2002: 559; Chemello 2002), sigue siendo uno de los grandes olvidados en la lírica italiana de la primera mitad del Quinientos, si bien, no obstante, tal tendencia en la Filología italiana está siendo revocada afortunadamente en los estudios más actuales, como tendremos ocasión de comprobar en las páginas que siguen, resumen de algunos de ellos o de los más importantes. Si son abundantes los estudios que iluminan ciertos aspectos de la influencia de Tasso entre los poetas españoles, en especial sobre Boscán, con su representación del mito