Esta propuesta reflexiva está dirigida a los ciudadanos consientes que quieren que la arquitectura cumpla un rol de liderazgo en los cambios sustantivos en la organización del espacio urbano en la planificación de las ciudades a raíz que se acerca vertiginosamente al bicentenario de Perú (Velaochaga-Sacio, 2020). El diseño de la investigación es de tipo mixto, descriptivo-comparativo, debido a la degradación, deterioro, destrucción y alteración que vienen sufriendo las ciudades; y tiene un enfoque cualitativo.
Las ciudades en los momentos actuales vienen atravesando una crisis y degradación de su patrimonio arquitectónico monumental, a esto se suma el mal manejo de las administraciones ediles en cuanto al desarrollo urbano y mal uso de las reglamentaciones conspirando con la esencia del pensamiento contemporáneo en su producción creativa para el desarrollo de las ciudades. Los ciudadanos no sienten que existan cambios sustanciales para una mejor convivencia. En 1921 en el Centenario el slogan fue “hombre nuevo” en el sesquicentenario 1971 “el poder popular”, en los momentos actuales se le denomina "Año del Bicentenario del Perú: 200 años de Independencia" pero no se nota cambio alguno donde se sienta la independencia. Las personas necesitan un cambio de la arquitectura a raíz de los momentos pandémicos y que los objetos arquitectónicos deban brindar satisfacciones físicas, psicológicas, espirituales para que los ciudadanos puedan cumplir la actividad principal de la habitabilidad y la socialización en su máxima dimensión de confortabilidad dado a que los espacios están fragmentados y no cumplen con su función; por lo que se debe revalorar a la arquitectura contemporánea, que implica un constante redescubrimiento de las cualidades humanas fundamentales trasladadas al espacio arquitectónico y urbano.