“…Estudios como elde Morales y Pardo (2019) señalan la relevancia del turismo en el desarrollo socioeconómico de las comunidades, las cuales cuentan con atractivos de valor, mismos que son referentes de interés para los visitantes nacionales e internacionales, donde se puede revalorizar la cultura de los pueblos, teniendo presente un sinnúmero de consideraciones para conservar el ambiente, sin dejar de lado la rentabilidad económica que debe tener. Al respecto,Orgaz y Moral (2016), señalan elementos claves para mejorar la percepción del turismo por parte de quienes conforman la comunidad local, como lo es el impulsar la creación de empresas en el destino, donde el acceso a financiamiento debe ser accesible, además, promover capacitaciones para mejorar la calidad de los servicios turísticos, y la creación de mesas de diálogo con diversos sectores productivos en donde se involucre a todos los agentes participantes dentro de la comunidad.En ese orden de ideas Pulido y Parilla (2016) afirman que los territorios con mayor dinamismo turístico son los que experimentan mayor nivel de desarrollo socioeconómico, no obstante, indican que en destinos turísticos consolidados, aunque el turismo no sea el motor central de este desarrollo, sí lo son las actividades detrás de ésta; donde aspectos como el buen clima, infraestructuras de acceso, estilo de vida, capacidad de socializar, entre otras, son las características que condicionan positivamente la demanda por estos destinos, siendo el gobierno el llamado a asegurar la planificación territorial y aprovechamiento de recursos, considerado como potencial instrumento de desarrollo para las poblaciones locales(Berlanga y Ochoa, 2020).Por su parte, Navarro, Vazquez, Van´t y Reyes (2019) refieren al turismo comunitario como un desarrollo turístico alternativo que genera mayores beneficios directos e indirectos a la comunidad, basados en propuestas de participación demostrativas y desarrolladas de sus habitantes, capitalizando beneficios de proyectos, formando redes externas para el desarrollo. En ese orden de ideas, Miguel, Martínez, Moncada, López y Martínez (2019) refieren la existencia de un ciclo virtuoso entre el turismo y el desarrollo socioeconómico, puesto que el fomento del turismo genera un impacto social, económico y ambiental en las distintas localidades.En consecuencia, generalmente se tiene el asentimiento de las comunidades locales ubicadas en los territorios de los destinos turísticos, quienes validan el potencial de sus localidades, siendo una de las principales razones de ello la generación de ingresos económicos; por lo que, la percepción de la población originaria del lugar es a favor del uso de los recursos de manera sostenible(Orgaz y Cañero, 2015), sin embargo, la conciliación entre la actividad privada que se sumerge en estas actividades en ocasiones puede diferir de los intereses de la comunidad, siendo imperativo velar por el consenso entre las partes, de forma que no se restrinja u obstaculice el potencial del destino turístico, cuyos beneficios son significativos(Mateo, Vite y Carvajal, 2020) …”