A finales de septiembre de 2020, cuando se escribe este editorial, Colombia como país ha superado el primer pico de la pandemia, y Santander está llegando al primer pico estimado en el modelo del Instituto Nacional de Salud. Han pasado varios eventos relacionados, directa o indirectamente, con la pandemia que se pueden resumir en un periodo de confinamiento temprano, que inició desde días después del diagnóstico del primer caso de SARS- CoV-2 en una colombiana; luego empezó el desconfinamiento, desde el 1 de junio1, que se amplió con un segundo grupo de actividades económicas el 1 de septiembre, y que incluyó hechos importantes como los días sin IVA que buscaron reactivar la economía, y fueron noticia por las aglomeraciones que se presentaron en algunas ciudades. Si bien lo adecuado del manejo nacional es y será motivo de discusión1,2, las evidencias ya permiten señalar que no fue homogéneo. Departamentos como Antioquia, Tolima, Bogotá, Nariño y Valle del Cauca, parece tuvieron un desempeño de vigilancia en salud pública sobresaliente, mientras que otros departamentos incluyendo Santander ocuparon los últimos lugares, cuando se usa como indicador la calidad de los datos.