En el mundo digital y tecnológico actual, la regeneración urbana podría haber dejado de ser un proceso físico y arquitectónico para pasar a ser, simplemente, una superficial puesta en escena de nuevas y más atractivas imágenes de la ciudad que hagan de la misma un destino deseado. Sin embargo, la representación requiere de un relato que la contextualice y dé sentido. El ámbito cultural y patrimonial ofrece para ello sus espacios como plataformas de intercambio y comunicación. Este artículo aborda las opciones que disponen los habitantes de la ciudad como responsables de su narración y de su representación. Se multiplican así las posibilidades de una planificación urbana democrática, abierta y participativa. Sólo de este modo la planificación urbana será más creativa y sostenible, y su relato más acorde a la compleja realidad urbana.