“…En este sentido, las personas que poseen, o desean poseer, una identidad determinada, siguen una conducta específica, que condicionará su consumo, e irá acorde a los mensajes publicitarios congruentes con su identidad (Forehand y Deshpande, 2001 Algunos estudios, han dado un paso más allá en la investigación de la identidad y su influencia en el consumo, invitando a académicos y profesionales a examinar los estímulos situacionales que pueden influir sobre la identidad, pudiendo así anticipar las conductas de consumo de manera más efectiva (Grier y Deshpande, 2001;Forehand et al, 2002;Reed y Forehand, 2003). En esta misma línea de análisis, Edson y Bettman (2005), y posteriormente Malar et al (2011) examinaron como en la actualidad, los mensajes publicitarios y los símbolos que el individuo relacione con su auto-concepto y/o su grupo de pertenencia, tienen una influencia especial en la actitud hacia dichos mensajes, y en consecuencia, hacia las marcas a las que éstos hacen referencia.…”