“…El desempleo y el infraempleo, en este contexto, suelen requerir de los individuos la adopción de decisiones y el cambio de algunas de estas actitudes para superar tal situación. Entre tales actitudes hacia el mercado de trabajo, destacamos aquellas que son ampliamente reconocidas en la literatura por su contribución a la empleabilidad de la población activa: apertura a la movilidad geográfica (Gibson, 2005;Hanisch, 1999;Mcquaid, Greig y Adams, 2001) y ocupacional (Moscarini y Thomsson, 2007;Subrama-nian, 2008), compromiso con la formación (Lazarus y Folkman, 1984;Lee y Hsin, 2004;Sanders y de Grip, 2004), inclinación a combinar empleos múltiples a tiempo parcial (Bauder, 2006;Felfe et al, 2008;Hanisch, 1999), predisposición al empleo temporal (De Cuyper et al, 2008;Felfe et al, 2008;Yeh, Ko, Chang y Chen, 2007), aceptación del infraempleo (Bauder, 2006;Hanisch, 1999;Liem, 1992), o disposición a crear un negocio propio (Felfe et al, 2008; Galao Baptista y Vidigal da Silva, 2004). Hanisch (1999) destaca, en primer lugar, la importancia de la reubicación geográfica (migración entre provincias y entre países) como factor que condiciona la empleabilidad del individuo.…”