“…En el caso de Chile, se reconoce la alta prevalencia de factores de riesgo para ECVs potencialmente modificables, como tabaquismo (33,4%), consumo excesivo de sal (98%), bajo consumo de frutas y verduras (85%), sedentarismo de tiempo libre (87%), problemas asociados al consumo de alcohol (12%), o bien, patologías en las que también subyacen hábitos no saludables, entre las cuales se identifica a la dislipidemia no-HDL (46%), la obesidad (34,4%), la hipertensión (27,6%), y diabetes (12,3%) 4 . Es, por lo tanto, imprescindible el aumentar los esfuerzos y recursos disponibles para la implementación de programas de promoción y prevención tem-prana en salud cardiovascular temprana que permitan disminuir el costo personal, social y económico asociado a ECVs en nuestro país, con estrategias centradas en cambios de los de estilos de vida y considerando, entre otros, la participación de equipos académicos y profesionales multidisciplinarios.…”