Numerosos autores han demostrado la capacidad del SARS-CoV-2 de producir flebitis y trombosis en distintas localizaciones. La enfermedad de Mondor se caracteriza por la tromboflebitis de venas superficiales a nivel toracoabdominal por múltiples etiologías. En el presente artículo presentamos el caso de una paciente de 41 años con enfermedad de Mondor pocos días después de haber superado la COVID-19, con mastodinia acompañada de cordón palpable que se iniciaba en axila, atravesaba mama y, tras varios días de evolución, llegó hasta la región inguinal ipsilateral. La paciente fue tratada con heparinas de bajo peso molecular (HBPM) y antinflamatorios no esteroideos (AINE) y su evolución fue favorable. La elevada prevalencia de trombosis post-COVID debe hacer recapacitar al médico y la médica de familia sobre la necesidad de individualizar la necesidad de profilaxis antitrombótica, así como de mantenerse vigilante ante la aparición de estos cuadros, incluso después de haber superado la fase aguda de la enfermedad.
Palabras clave: tromboflebitis, enfermedad de Mondor, coronavirus SARS-CoV-2, COVID-19.