Resumen: El síndrome febril agudo representa un grave problema de salud pública, debido principalmente a que cuenta con muchas manifestaciones clínicas que no representan una enfermedad en concreto, sino que más bien engloban un conjunto de patologías que pueden desencadenarlo, dificultándole al médico realizar un diagnóstico etiológico adecuado. Es así, que varios autores sugieren descartar primero la enfermedad de la Covid-19 y la malaria, para posteriormente investigar otras patologías tropicales que pueden ser las causales; dentro de ellas, las más frecuentes son leptospirosis, hepatitis virales, dengue, fiebre amarilla, rickettsiosis, Chikungunya, entre otras; las cuáles dependerán principalmente de la región geográfica, el clima y las medidas sanitarias empleadas por los gobiernos locales. Además, hemos clasificado a las enfermedades desencadenantes dependiendo los síndromes que se evidencian, en aquellos acompañados con ictericia, hemorragia y por último a los síndromes febriles agudos inespecíficos, con la finalidad de especificar en cada una la etiología, manifestaciones clínicas, métodos diagnósticos, medidas y tratamientos a seguir para evitar complicaciones graves e incluso mortales en la mayor parte de los pacientes, consiguiendo así, orientar al médico con respecto a la etiología más probable del episodio febril.