“…En perspectiva, los gastos hospitalarios fueron inferiores a los observados en nuestro centro durante la primera ola de la pandemia de influenza A H1N1 2009 14 y a bacteremias por catéter venoso central, pero superiores a los gastos de pacientes con sepsis en UCI, absceso tubo-ovárico o con algunas infecciones parasitarias en adultos, resaltando la importancia económica de esta enfermedad (Tabla 2) [15][16][17][18] . Además, nuestro gasto promedio fue superior en cuatro veces al gasto promedio observado en un conjunto de pacientes pediátricos con ENI en Chile a mediados del 2000 (6.025 US$ vs 1.056 US$), indicando un mayor gasto en adultos que en niños afectados por la misma condición 8 .…”