“…Esta tensión se transfiere a la cotidianidad de los profesores. Al respecto, la interacción de las distintas políticas descritas, como por ejemplo la ley SEP, configuraría un relato que posiciona a los profesores como sujetos en permanente falta, culpabilizándolos ante las dificultades que devienen de hacerse cargo individualmente de la desigualdad escolar, pues la lógica del management solo entrega reconocimiento ante la obtención de resultados medibles (ROJAS; LEYTON, 2014;GUERRERO, 2017). Por su parte, las etnografías revisadas plantean que la exacerbada preocupación por resultados induce prácticas discriminatorias para mejorar la composición social y académica de las escuelas, a la vez que en contextos vulnerables y de bajo desempeño genera un sentimiento de incapacidad e impulsa los esfuerzos individuales hacia la producción de evidencia para la RdC, que no se traduce en mejoras (ACUÑA et al, 2014;ASSAÉL et al, 2012;ASSAÉL et al, 2014).…”