“…En los últimos años, se han adoptado medidas contra el uso del Pb; sin embargo, su persistencia en el aire, suelo, agua y alimentos, sigue considerándose un factor de riesgo, en especial para los niños (Needleman, 2004). En el suelo se encuentra principalmente en forma de Pb 2+ , el cual forma compuestos insolubles tales como: Pb (OH) 2 , PbCO 3 , PbS, PbSO 4 (Guitart y Vernon, 2005). Ambientes contaminados con Pb crean un ambiente desfavorable para el crecimiento y sobrevivencia de comunidades de microorganismos, debido a que este metal causa daño en el ADN genómico, en lípidos y proteínas, y además reemplaza iones metales esenciales como Zn, Ca y Fe presentes en las proteínas.…”