“…No obstante, es importante considerar que el modelo socioeconómico neoliberal chileno se constituye en la impronta que delimita y, en algún sentido, sostiene las prácticas de la PC en el contexto actual. En este sentido, algunos autores plantean que bajo la hegemonía del sistema capitalista en el marco de la globalización, la construcción de las políticas sociales ha respondido desde hace varios años a una lógica instrumental y determinista, a partir de la focalización del gasto social y obliterando la construcción de ciudadanía (Delamaza, 2011;Fuenmayor, 2014). Así, en los comienzos del nuevo milenio, el enfoque de la PC se instala en la política pública chilena, desarrollando modelos y técnicas en los distintos dispositivos de intervención, como es la asociatividad y apoyo psicosocial en el Fondo de Solidari-dad e Inversión Social [FOSIS]; la intervención en crisis y el enfoque de redes en el Servicio Nacional de Menores [SENAME]; autogestión y participación en el Ministerio de Vivienda Urbana [MINVU], la promoción e inserción social en los programas de salud mental o el empowerment en los programas de seguridad pública (Krause, Jaramillo, Monreal, Carvacho & Torres, 2011).…”