“…La teoría de Kolb basada en investigaciones y observaciones clínicas, se resume en cuatro estilos básicos de aprendizaje de los individuos: divergente, manifiesta agilidad para imaginar, visualizar situaciones específicas desde distintas perspectivas, expone ideas, es emotivo y se interesa por su semejante, además aprenden por medio de experiencias concretas; asimilador, tiene la habilidad de generar modelos teóricos, razona inductivamente, es reflexivo, además le interesan más lo conceptos abstractos que las personas; convergente, le interesa las ideas prácticas, responde una pregunta o soluciona un problema, aplica el razonamiento hipotético deductivo, es poco emotivo, aprende por medio de experiencias activas, además prefiere más los objetos que a las personas; y, acomodador, ejecuta los planes, se involucra en nuevas experiencias, es arriesgados, intuitivo, aprende a través de experiencias concretas, además confían más en los análisis de otras personas que los propios (Kolb y Kolb, 2013;Silva, 2018). Hay evidencias que muestran que los estilos de aprendizaje se relacionan directamente con el rendimiento académico de los discentes, esto es, dependiendo del estilo que se adopte, el desempeño en las actividades de enseñanza-aprendizaje puede variar Hamdaoui et al, 2018;Juarez, 2021;Jurado y Meza, 2017;Sudria et al, 2018).…”