“…Los datos calculados en este estudio son comparables a los aceptados por el IPCC ( 2006) para biomasa tropical y a los logrados con otras especies; las diferencias pueden obedecer a la especie, el sitio y al método de cálculo usado en laboratorio. Por ejemplo, Carrillo et al (2014), para Pinus montezumae, mencionan 50.5 % en el fuste, 51.0 y 50.4 % para ramas y follaje, respectivamente, y 46.4, 45.8 y 44.9 % en los componentes antes citados de Alnus jorullensis, mientras Vigil (2010), para Cupressus lindleyi Klotzsch ex endl, encontró cifras más altas de contenido de carbono en el follaje, todas mayores al 50 %, con una media de 50.7 %, así como más bajos en las ramas (48.9 %) y en el fuste (49.9 %). Fonseca et al (2021a), en Tectona grandis, determinaron valores similares en los componentes leñosos (ramas-fuste-raíz), que variaron de 44.9 y 45.7 % y de 40.7 % en las hojas.…”