Esta investigación analiza la contribución del ciberactivismo al cambio político y social en Túnez, en Egipto y en Libia, y la opinión de los jóvenes árabes sobre la situación actual. Para disponer de información relevante sobre estos hechos se ha entrevistado periódicamente durante los últimos cinco años a 30 universitarios que ya habían participado en el proceso que impulsó las revueltas de 2011 y que siguen siendo ciberactivistas desde entonces. La utilización de una metodología mixta permite realizar un estudio donde los aspectos de carácter cuantitativo se complementan con contenidos cualitativos. Los resultados demuestran que los países árabes todavía no se han desprendido de muchas de las estructuras que sostenían a los regímenes anteriores a 2011, que son las que dificultan la consolidación de un sistema moderno. En este momento en Túnez, en Egipto y en Libia todavía conviven dos realidades que provocan un choque permanente entre las tradiciones milenarias, muy arraigadas en determinados sectores de la sociedad, y los valores asociados a las revoluciones, más progresistas. En un contexto donde es necesaria la unidad de acción, el ciberactivismo juega un papel fundamental porque congrega en un espacio virtual común a la ciudadanía crítica comprometida con el proceso de cambio, permite organizarse, mantener contacto con el exterior al margen de la censura oficial, hacer visibles las protestas en escenarios internacionales y vigilar las acciones del GobiernoThis research analyses the contribution of cyberactivism to the political and social change in Tunisia, Egypt and Libya, as well as the opinion of young Arabs on the present context. Meaningful information has been extracted from regular interviews to 30 undergraduates over a five-year period. These students had already participated in the process boosting the Arab Spring in 2011, and they keep practising cyberactivism ever since. The use of a mixed method research allows for carrying out a study where quantitative elements are complemented by qualitative ones. Findings show that Arab countries have not yet shaken off the former structures that supported the regimes preceding 2011, which are those that hamper the consolidation of a modern country. At the moment, there are still two conflicting realities between millenary traditions and values connected to revolutions and symbols of progressivism in Tunisia, Egypt and Libya. In a context where the unity of action action is needed, cyberactivism plays an essential role, as it brings together critical citizens in a common and virtual space. These groups are committed to change, they keep in touch with the outside world and beyond censorship, they make protests visible to the international arena, and monitor government action