“…Es decir, el continuo cambio en el comportamiento en estas edades, así como las condiciones externas relativas a las variaciones en el contexto social, familiar, escolar y cultural, como ocurre con la música, las series, los medios de comunicación o las redes sociales, donde el entorno puede actuar como un sistema de creencias, o una forma de percibir lo que es válido; y las condiciones internas, como los cambios hormonales, físicos, afectivos y existenciales. Estos factores pueden afectar en la terapia de varias maneras, especialmente con adolescentes: definir la CCR y diferenciarla de una conducta «normal» puede ser difícil; lo que es evocador de CCR puede variar, así como las propiedades de reforzamiento y castigo de los estímulos; a medida que el adolescente cambia de opinión sobre quién es y qué quiere, puede tener una mayor o menor capacidad o motivación para expresarse y comunicar estos cambios; y la generalización es difícil, ya que la vida diaria también está en constante transformación(Newring et al, 2021). 5.…”