Los cambios acelerados de la sociedad y la economía contemporánea, los avances de la ciencia y de la tecnología tienen efectos en la innovación y cambio de las instituciones de educación superior, las cuales promueven una mejor calidad en la formación docente y en la investigación educativa y pedagógica. La innovación y el cambio educativo exigen a la educación superior reflexiones acerca de la formación docente, el saber pedagógico y la práctica pedagógica, abriendo un diálogo entre los saberes y los agentes educativos, en el marco de la dinámica socio-cultural, y de las posibilidades y limitaciones de la ciencia y tecnología, para la formación integral de personas y el desarrollo de las regiones y del país. Desde este escenario, el rol que desempeña la educación y la pedagogía en sus diferentes niveles de formación hace que se repiense y se replantee desde sus formas de comunicación, de su mediación, de sujetos intervinientes de prácticas y discursos, que se involucran hacia adentro y hacia fuera del contexto de la escuela y su relación con el territorio. Es así como, en el Doctorado en Pedagogía, se concibe, desde la concepción y propósito misional de la Universidad Mariana, al maestro como un sujeto de saber pedagógico y de práctica que se repiensa en su práctica pedagógica discursiva, en su práctica pedagógica institucional y en su práctica pedagógica de estrategias de enseñanza, aprendizaje y evaluación desde una espiritualidad mariana franciscana, permitiendo vínculos con los maestros a nivel nacional e internacional.