Puede resultar paradójico que, en el mundo globalizado e híper conectado del siglo XXI, se perciba un auge por intentar recuperar modas, tendencias y estilos de vida inspirados en décadas pasadas. En este contexto, la competencia entre marcas es más feroz que nunca y la búsqueda de la diferenciación llega a través de múltiples vías. Una de ellas es el uso de elementos inspirados en el pasado que persiguen obtener el engagement del público nostálgico. Este artículo tiene como objetivo definir el concepto de retrobranding, como una herramienta de marketing eficaz y comprobar su aplicación por parte de diversas marcas. Para ello se utilizará una metodología de verificación observacional, siguiendo un método hipotético-deductivo. En primer lugar, se realiza una aproximación teórica, a través de una revisión bibliográfica, al concepto de branding y a las características que lo convierten en retrobranding según diversos autores. En segundo lugar, se utiliza un análisis cualitativo, a través de cinco estudios de caso de marcas, tanto nacionales como internacionales, de nueva creación e históricas para confirmar la hipótesis inicial. Como resultado de este análisis se comprueba que el retrobranding puede convertirse en una vía de diferenciación valiosa para una gran variedad de productos o servicios y que su uso no se limita solo a productos considerados retro, sino a aquellos que utilizan como valor diferencial la nostalgia por el pasado.