“…Sin embargo, quieren y ordenan que dichas Cátedras se den por oposición, es decir, dos cada año a dos diferentes sujetos y que hagan provisión de dicha Facultad todos los Doctores graduados o agregados en esta Universidad únicamente, extrayendo de todos los que se hallaren en las lecciones a once, que provean dichas Cátedras, conforme está ordenado en otro Capítulo, y que cada uno tenga de salario anual 150 £ y que no puedan exigir de sus discípulos cantidad alguna, con motivo de aguinaldo de Navidad ni por conclusiones de la Ciudad, so pena de 5£ cada vez que hagan lo contrario, y que deban leer los mencionados Maestros tres horas por la mañana, es decir, de siete a diez, y tres horas por la tarde, de dos a cinco, y cada uno de ellos lea de la manera siguiente, es decir, de siete a ocho tomarán la lección del día anterior, de ocho a nueve declararán [36v] la mencionada lección obligándoles a señalar los notandos y la conclusión, y exigiéndoles probarla por razones y argumentos que hayan dado como prueba en dicha conclusión, y haciendo que otros estudiantes la contradigan. De nueve a diez, explicarán la lección siguiente dos o tres veces y, el resto de la hora, pedirán los escritos de la lección, y el mismo orden tendrán por la tarde, repartiendo el Curso en la forma siguiente, a saber: de la Festividad de Nuestra Señora de Septiembre hasta San Andrés 46 leerán el Compendio de todos los preceptos de Lógica. Después empezarán las Instituciones de Porfirio y proseguirán la Lógica de Aristóteles, procurando al leer sólo las cuestiones lógicas, reservando las Metafísicas para el tercer año, en todo lo que sea posible, las cuales deban terminar por San Lucas, del segundo año y el resto del mismo año explicarán los ocho libros de Física del mismo Aristóteles, hasta San Lucas del tercer año, y el resto explicarán los libros De caelo, los De ortu et interitu, De meteora y los De anima y en este año de nueve a diez el tratado de Metafísica y los domingos y fiestas a quotidianis leeran por la mañana a las siete acerca los libros de las Éticas de Aristóteles, huyendo de toda minuciosidad, y por la tarde, de las dos a las cinco, en todos aquellos domingos y fiestas que estén situados desde el primero de Octubre hasta San Juan de Junio tendrán las conclusiones del ejercicio que se acostumbraban tener los sábados para que no se pierda tiempo de Lectura, guardando entre Catedráticos y Estudiantes este orden: que empiece el Catedrático del tercer año y elija al estudiante de su [37r] curso que le parezca 46 30 de Noviembre.…”