La primera representación social, más oficial y protocolar, que tienen los niños es direccionada y ambientada en la escuela. Es ahí donde ejercen sus primeras funciones formales, propias de su edad, cambiando su rol natural por otro formal y más interactivo. De este modo, los niños hijos pasan a denominarse los niños estudiantes. Y es en esta representación y dinamismo social donde se enfrentan a un sinfín de cuestiones morales. ¿Qué motivaciones direccionan a los niños para cometer actos contra la moral? Es la interrogante que guía nuestra línea de investigación. Se plantea cinco factores: la poca experiencia, el miedo y la coacción, la masculinidad, la ausencia del acompañamiento pedagógico, el nivel del grado escolar de educación primaria.