“…Si bien, en la mayoría de los casos, se identifica el foco clínico causante del cuadro febril, hasta en 20% de los casos de niños bajo 36 meses de edad, esto no es posible [4][5][6] . En este grupo de pacientes, los síndromes febriles sin foco habitualmente corresponden a cuadros virales de escasa gravedad [5][6][7] , pero hasta en 10 a 25%, la causa es una infección bacteriana invasora (IBI), como bacteriemia oculta (BO), infección osteo-articular (IOA), infección del tracto urinario (ITU) o meningitis bacteriana aguda (MBA) 3,5,7 . De las IBI, la BO es la más frecuente, alcanzando hasta 75% en este grupo etario 1 y por esta razón, cuando en la evaluación inicial no se logra encontrar foco, se debe iniciar estudio del paciente como sospecha de BO.…”