El crecimiento económico sostenible, aquel que conjuga competitividad y protección medioambiental, ya no es solo un ideal, sino una realidad. Esta evolución es la consecuencia, entre otras razones, de la creciente preocupación ciudadana por las crisis climática y medioambiental, así como de la evolución económica, tecnológica y social. Este artículo ofrece ejemplos de este cambio de paradigma, como los bienes y servicios ambientales, la desvinculación entre las emisiones de CO2 y el crecimiento económico, y la economía circular. Por otra parte, explica el papel de las políticas europeas para impulsarlo. Finalmente, se describen algunos problemas y desafíos a los que la Unión Europea deberá hacer frente para seguir impulsando la transición hacia una economía más sostenible, más competitiva y más justa.