Cada vez más la arteterapia consolida y amplía su presencia en el ámbito de la salud abordando problemáticas de importancia social. La inclusión de la arteterapia en tratamientos grupales para la deshabituación tabáquica es novedosa dentro de los servicios públicos de salud. De ahí que los objetivos iniciales de este estudio estuvieran en buscar una forma complementaria de colaboración con el tratamiento psicológico-farmacológico, analizar las funciones psicológicas y autorreguladoras de las imágenes internas, y considerar la arteterapia como un posible factor de adherencia al tratamiento de tabaquismo. La combinación de arteterapia y la terapia cognitivo-conductual hizo posible converger los objetivos de los dos tipos de intervenciones. Se ha empleado una metodología mixta de investigación (MMI) de carácter exploratorio, con recogida y análisis de los datos mediante instrumentos cualitativos y cuantitativos. Se invitó a participar voluntariamente a 14 fumadores de un grupo de tabaco en un programa de 9 semanas. Los resultados muestran que aquellos miembros del grupo de tabaco que continuaron y completaron el tratamiento con éxito habían asistido al programa complementario de arteterapia para fumadores. No obstante, cabe decir que hubo usuarios de arteterapia que abandonaron el grupo de tabaco antes de finalizarse. El análisis de las obras y la observación del desarrollo de las sesiones informa positivamente sobre algunas funciones –psicológicas– del arte como la memoria, la esperanza, la aceptación del dolor, el autoconocimiento, y el reequilibrio. Una entrevista grupal abierta al finalizar el tratamiento mostró que la motivación, el aprendizaje de un nuevo lenguaje y la toma de perspectivas fueron lo más destacado del programa. Mientras que el cuestionario de evaluación del programa reveló sentimientos de relajación, y, respaldó las vías de la adherencia y el autoconocimiento ya observadas con otros análisis.