La hiperglucemia es una condición común, costosa y nociva para los pacientes hospitalizados con diabetes tipo 2, y aunque la terapéutica estándar está basada en la administración de insulina (principalmente mediante un esquema basal-bolo), su implementación en la práctica clínica presenta varias dificultades, tales como la complejidad en los esquemas de aplicación o el riesgo de hipoglucemia. Por lo anterior, en los últimos años se han realizado varios estudios para explorar el uso de terapéutica no insulínica en este grupo de pacientes, en particular con la terapia basada en incretinas (inhibidores de la dipeptidil-peptidasa-4, agonistas de los receptores del péptido similar a glucagón 1). Esta revisión aborda la evidencia actual con respecto de la terapéutica no insulínica para los pacientes con diabetes tipo 2 hospitalizados fuera de una Unidad de Cuidados Intensivos.