En los últimos años la industria de los videojuegos ha sido de las más dinámicas a nivel mundial, en el año 2022 se estimó en un valor de 196,000 millones de dólares, y se prevé que siga creciendo, donde el éxito y la competitividad depende de que tan único son y que tan rápido pueden cambiar de acuerdo a la dinámica del sector y preferencias del consumidor. Para su análisis se parte de una metodología que considera 3 etapas: 1) analizar el entorno competitivo mediante las 5 fuerzas de Porter; 2) análisis de la industria a través de la cadena de valor y 3) analizar la información recopilada de estas etapas con la matriz FODA, para determinar su situación y estrategias necesarias. Los resultados mostraron que existe alta dependencia hacia la tecnología, que necesitan alianzas comerciales en sectores como juguetes, películas, música, accesorios, o productos temáticos para una mayor penetración en los mercados, que se promuevan los videojuegos como parte normal de la vida cotidiana del consumidor, y que es posible una crisis debido a los nuevos competidores y el crecimiento acelerado del sector; donde los principales problemas son los modelos de negocios, prácticas comerciales abusivas y asuntos legales.