“…La repetición de los estudios sobre el empleo del tiempo en otros países, durante las tres últimas décadas, ha permitido a los investigadores establecer los cambios en el uso del tiempo en Letonia, entre 1972y 1987(Artiomov, 1991Eglite y Zarins, 1993: 109-119);en Hungría, entre 1963y 1976-1977(Andorka y Falussy, 1982; en Estados Unidos, entre 1965 y de 1975 (Robinson, 1985: 289-311), y entre 1965, 1975-1976y 1981-1982(Juster, 1985; en Australia, entre 1974 y 1987 (Bittman, 1993: 93); en Japón, entre 1960 y 1975 (Andorka, 1987: 160); en Noruega, entre 1971y 1980-1981(Gronmo y Lingsom, 1986en Francia, entre 1966y 1975(Samuel, 1986, y entre 1975 y 1985 (Roy, 1991: 198), y en España, entre 1976 y 1987 (Raldúa, 1997: 223-364).…”