“…Respecto a la existencia de distintos tipos y estructuras de redes, éstas difieren de un sector a otro como consecuencia, principalmente, de las características de la base del conocimiento, de los procesos de aprendizaje más relevantes, de las tecnologías de base, de las características de la demanda, de los vínculos fundamentales y de la dinámica de las complementariedades (Malerba, 2002), así como del tiempo de existencia de la red (Huang & Wang, 2018) Por otra parte, la literatura reconoce el carácter multidimensional que presenta el desempeño empresarial, pudiendo además medirse de diversas maneras (Bentes et al, 2012), como las meramente contables (Pekovic et al, 2020), o la propia innovación (Wang & Li-Ying, 2015). Centrándonos en la innovación y, partiendo de la base que los proyectos interorganizativos involucran a dos o más actores organizativos que trabajan juntos para crear un producto/servicio tangible en un período limitado de tiempo (Jones & Lichtenstein, 2008), el concepto de innovación adoptado en este trabajo apunta a que los nuevos productos deben ser útiles para el mercado o para la sociedad (Schumpeter, 1997;OCDE, 2005), tal y como recogen otros trabajos, entre los que destacan los de Balle et al (2019) y Khraisha & Mantegna (2020).…”