“…El proceso penal inmediato, se utiliza en casos de delitos evidentes y situaciones de investigación simple o sencilla, no pone en peligro los principios fundamentales del debido proceso (González, 2019), la protección jurisdiccional ni el derecho a la defensa, esto se debe a que el proceso inmediato tiene criterios bien definidos para su aplicación, y regula de manera adecuada la presentación contradictoria de pruebas durante el juicio (Nadal, 2020). En otras palabras, cuando los delitos son claros y la investigación es relativamente simple, el proceso penal inmediato permite una resolución más rápida y eficiente del caso sin comprometer los derechos fundamentales del acusado (Rima et al, 2022), esto se logra al establecer criterios específicos para determinar cuándo se puede aplicar este proceso, y al garantizar que exista la oportunidad de presentar pruebas y argumentos en el juicio, incluso si es de manera más acelerada (Gaceta, 2019).…”