“…Boivin, Dodge y Coie (1995) mostraron que aquellas conductas que se asocian a estatus social son específicas a cada grupo en el cual son desplegadas; así, lo funcional de dichas conductas depende del grado en que estas son validadas y reforzadas en dicho contexto. En este sentido, distintos estudios muestran cómo las actitudes predicen la presencia de variadas conductas, entre ellas, conductas agresivas (Salmivalli & Voeten, 2004;van Goethem, Scholte & Wiers, 2010) y prosociales (McMahon et al, 2013). Las actitudes pueden definirse como evaluaciones estables respecto de una persona, grupo o tema, que involucran aspectos conductuales, emocionales y cognitivos (Ajzen & Fishbein, 2005;van Goethem et al, 2010).…”