“…Los artículos de investigación centrados en conocer los resultados de la relación o vínculo entre el perro de asistencia y los niños con TEA, tienen una muestra de participantes similares en número (n=60-70), siendo todos padres de niños con TEA con edades comprendidas entre 2 y 18 años, los cuales tienen un perro de asistencia o servicio en el hogar (Burrows et al 2008;Burgoyne et al 2014;Wright, Hall et al 2015;Wright, Pasillo et al 2015;Hall, Wright y Mills, 2016;Hall, Wright y Mills, 2017;Carlisle et al 2020), a diferencia del estudio de Hill, Zivani y Discroll (2020) en el que se entrevista a 6 terapeutas ocupacionales que realizan intervenciones asistidas con perros de terapias y se analizan los beneficios obtenidos de estas intervenciones. Mediante estos estudios se realiza una reflexión acerca de la integración del perro de asistencia en el hogar, los resultados obtenidos a través de la adquisición del perro de asistencia, especialmente los beneficios que causan a la familia y en el niño con TEA los vínculos que se crean entre el niño y el perro, el estrés parental y la carga de poseer un perro y la observación de algunos comportamientos de ansiedad de los perros (Burrows et al 2008;Burgoyne et al 2014;Wright, Hall et al 2015;Wright, Pasillo et al 2015;Hall, Wright y Mills, 2016;Hall, Wright y Mills, 2017;Carlisle et al 2020).…”